Con acceso gratuito, la feria de editoriales independientes y universitarias congregará a más de 200 sellos nacionales e internacionales, siendo la primera vez que se presenta en el Centro Cultural Estación Mapocho.
Poesía, narrativa, ensayo, literatura infantil y juvenil, cómic, entre muchos otros géneros y temáticas, son los que serán abordados en la nueva edición de La Furia del Libro. Este año, la feria creada en 2009, por primera vez, tendrá una edición en junio −entre el jueves 14 y el domingo 18−, nada menos que en el Centro Cultural Estación Mapocho.
Colindante con el extremo norte de la calle Bandera, a pasos del río Mapocho y del metro Puente Cal y Canto, se encuentra la ex estación de trenes, que hoy está habilitada como centro cultural. ¿Cuál es el origen de este espacio? ¿Quién lo diseñó? ¡Aquí te lo contamos!
Un encuentro en un lugar emblemático
A principios del siglo XX, cuando Chile conmemoraba sus primeros cien años de independencia, surgió la posibilidad de apostar por nuevos cambios, conseguir mejoras para la ciudad, embellecer el entorno y construir obras públicas. El centenario coincidió también con el auge del salitre y el consiguiente protagonismo de Santiago como escenario principal del país. En ese contexto, surgió la necesidad de construir un nuevo terminal ferroviario.
La construcción de la nueva estación de trenes comenzó en 1905, a cargo de Emilio Jecquier, uno de los más destacados arquitectos de la primera mitad del siglo XX en Chile, quien también diseñó el Palacio de los Tribunales de Justicia, el edificio de la Bolsa y el Palacio de Bellas Artes. Fiel a su estilo, el arquitecto dio a la Estación Mapocho el estilo neoclásico que la caracteriza. La construcción inaugurada en 1914 tenía un sello primordial: ofrecer una excelente conectividad con el país. Según referencias de la historia del Centro Cultural Estación Mapocho, “la estación de trenes expandió el horizonte de los chilenos. Desde ella se podía llegar a lejanos lugares, cruzar el desierto hasta la ciudad de Iquique y también la frontera, por medio del Ferrocarril Trasandino, para llegar a Mendoza y Buenos Aires”. Así, la nueva estación se convirtió en el punto principal de comercio y encuentro ciudadano.
En 1976 la Estación Mapocho fue declarada Monumento Nacional, en conjunto con otras edificaciones, por su importancia urbana. Diez años después, en 1987, el espacio dejó de funcionar como estación de trenes, quedando en desuso y abandono por varios años. Durante el gobierno del Presidente Patricio Aylwin, luego del retorno a la democracia, se instauró en el país un proceso de revitalización de la actividad cultural que se había pedido en dictadura. De esta forma, se comenzaron a concretar algunas ideas para el rescate de este emblemático edificio.
Nuevo epicentro cultural de Santiago
En enero de 1991, con el patrocinio del Colegio de Arquitectos, la Municipalidad de Santiago convocó al Concurso Público de Anteproyectos: Centro Cultural Estación Mapocho. Se eligió la propuesta de Montserrat Palmer, Teodoro Fernández, Ramón López y Rodrigo Pérez de Arce, quienes abordaron la remodelación del edificio con un mínimo de intervenciones, revalorando la obra del arquitecto Emilio Jecquier y unificando su conjunto.
Exitosamente, en 1994, la Estación Mapocho reabrió sus puertas, esta vez, como centro cultural. Luego de su inauguración, en sus primeros años, el Centro Cultural Estación Mapocho se enfocó en exposiciones de arte y patrimonio, así como en la organización de eventos culturales y sociales. Hasta hoy, se conoce por ser un espacio patrimonial, destinado a la difusión cultural, como en el caso de las ferias, congresos, eventos musicales y conferencias internacionales que se realizan en el recinto.
Entre el 14 y el 18 de junio, la centenaria estación recibirá –de forma gratuita– a los amantes de la lectura en una de las ferias de editoriales independientes más grandes del país. Junto con exhibir las novedades y títulos destacados de los sellos nacionales e internacionales, la instancia será un encuentro de diferentes actores del ecosistema del libro y un espacio de entretención y reflexión gracias a las más de 100 actividades que tendrá La Furia del Libro 2023.