En esta edición de La Furia del Libro 2024, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) exhibirá libros de artistas en el hall de Estación Mapocho. Para adentrarnos en las posibilidades y el potencial del vínculo entre las artes y las letras, conversamos con Varinia Brodsky, directora del MNBA, quien nos ofreció una profunda reflexión sobre la importancia de las alianzas entre el arte y el mundo de los libros.
En esta entrevista, Brodsky destaca cómo estas colaboraciones no solo enriquecen el patrimonio cultural, sino que también crean experiencias transformadoras y únicas. A través de diversas actividades y proyectos, el MNBA busca fortalecer estos lazos, subrayando el valor insustituible del arte análogo en una era dominada por lo digital.
Además, destaca el trabajo de la Unión de Editoras Experimentales, colectivo que podrás encontrar en La Furia del Libro en Estación Mapocho del 30 de mayo al 2 de junio, cuyo enfoque innovador redefine los límites de las publicaciones tradicionales, ofreciendo nuevas formas de expresión artística y literaria.
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¿Qué valor tiene para un museo de artes establecer alianzas con el mundo de los libros y, particularmente, con el sector editorial independiente internacional?
Un museo de artes es un espacio desde donde podemos conjugar las diferentes formas de expresión creativa y del pensamiento. El campo de lo visual y las letras es ese lugar donde lo poético y el valor simbólico son parte de un universo de lenguajes comunes. Es por ello que muchos artistas abordan el mundo de los libros desde sus más diversos formatos y posibilidades. Parte del acervo del museo (MNBA) contiene libros de artistas que consideramos justamente como obra, ya que no es otra cosa que una forma y manera más donde el o la artista expande su trabajo.
En ese sentido, me parece fundamental poder establecer alianzas y buscar formas de colaboración que permitan fortalecer este mundo simbólico. En el MNBA se desarrollan muchas actividades en el marco de estas vinculaciones para compartir estos espacios comunes, esto lo logramos a través de lanzamientos de libros y también de acciones como lecturas poéticas, talleres, investigaciones, entre otras.
Siempre es interesante poder considerar el sector independiente, tanto nacional como internacional, dentro de un sistema de colaboraciones que podamos desarrollar en conjunto.
En un mundo cada vez más mediatizado y que fomenta nuevas experiencias de interacción con las artes (ej. Plataformas digitales, realidad virtual, redes sociales, Google Arts, etcétera), ¿cuál es la importancia de encontrarse con libros físicos sobre artes visuales en este escenario cambiante?
Creo que las obras de arte y los libros no perderán nunca su valor y generan una experiencia que es incomparable con el mundo digital. A pesar de la extrema mediatización en la cual estamos absorbidos, lo análogo, lo palpable, las texturas, materialidades, olores, etc. son, en definitiva, lo que activa nuestros sentidos más sensibles. Esto quedó demostrado en la pandemia, y por eso debemos insistir en transmitirlo a las nuevas generaciones.
Por nuestra parte, mantenemos y hacemos el esfuerzo de poder publicar los catálogos que realizamos de las exposiciones. Nos parece que, tanto para artistas, agentes culturales y las personas, es un patrimonio que nos nutre como sociedad y genera memoria. Es por eso que nos interesó poder difundir y poner a disposición en La Furia los libros de artistas.
¿Qué otras alternativas de colaboración entre museos de artes y el mundo del libro crees que se pueden vislumbrar en un futuro cercano?
El museo también puede funcionar como un gran soporte en el cual ocurren muchas cosas. Cosas transformadoras, experiencias que quedan en la memoria y la posibilidad de encontrarse con otros mundos. Las colaboraciones que podemos hacer en este sentido son enormes y, como museo de arte, estamos en permanente apertura para encontrar esos espacios.
RECOMENDACIÓN DE VARINIA BRODSKY (MNBA) PARA CONOCER EN LA FURIA DEL LIBRO
Imágenes de Union de Editoras Experimentales
Quisiera destacar el trabajo colectivo de la Unión de Editoras Experimentales (UEE). En el contexto de las transformaciones sociales que el mundo y nuestro país han enfrentado en los últimos años, el trabajo que realiza esta organización autogestionada e independiente adquiere un enorme valor.
En la UEE plantean el libro más allá de los límites formales que caracterizan a las publicaciones tradicionales. Muestran cómo se pueden abrir y fundir los libros en su dimensión creativa, donde lo poético, lo visual y las prácticas artísticas conviven, no solo en un objeto, sino como un campo de acción, en el cual las mujeres, a partir de prácticas infinitas e inherentes, pueden reescribir relatos desde la intimidad y en colectivo.
Me interesa mucho el hecho de que se presenten como hacedoras, donde confluyen las distintas maneras de aportar en un todo. El trabajo que la Unión de Editoras Experimentales propone, nos hace un llamado: el valor de lo productivo difiere de lo creativo y del valor simbólico de los procesos, donde también el error se abre como campo de lo posible.